2007-07-19

003

03. He hablado de insuficiencias y preguntas, de mamás, de mentalidades y respuestas, de tradiciones y de pueblos; y esto da el contexto para hablar de una especie de pueblo peculiar, similar en mucho a otros, pero en algún modo diferente, en el que la Teología se cultiva con esmero...

La Teología, está dicho, brota de una fe y una confianza, fe y confianza depositadas en una comunidad, de la que se recibe una respuesta a la pregunta.

Ese creer y confiar crece en la comunidad como crece la vida: paulatina e insensiblemente, de tal manera que cada miembro de ella suele hallarse simplemente alguna vez con que cree y con que confía; de lo que se da cuenta probablemente en ocasión de alguna duda o alguna desconfianza. Y, entonces, se pregunta por qué cree, por qué confía; o, si la duda o desconfianza han impregnado demasiado su mentalidad antes tranquila, se pregunta más bien por qué no cree o por qué ya no confía.

Puede tratar de acallar su preguntarse, simplemente divirtiéndose de ello: virtiéndose en aparentes intereses que le ocupen suficientemente el tiempo y el cerebro, como para que se agazape en un rincón de ellos la pregunta, en espera de un mejor momento para saltar sobre su presa; pero, aun así, es claro que el requerimiento de su consciencia es el de hacer alguna Teología.

Tal vez –no es raro en la adolescencia– la inicie al explorar un poco su memoria, y encontrar en ella cosas como las arriba destacadas: el influjo de la madre o la familia, que conformaron su mentalidad como creyente y confiadora. Y aun tal vez, consciente más de su suficiencia que de su insuficiencia, califique a esa mentalidad como freno a su crecer independiente.

Pero, si se detiene un poco en ello, acabará por preguntarse acerca de ese mismo crecer por el que anhela y por esa independencia de hecho apenas en lontananza vislumbrada. Y habrá de responderse a esta su nueva o novísima pregunta, que no es sino la misma antigua o antiquísima: '¿quién, pues, a fin de cuentas, soy yo mismo?'

Hasta que, quizá sintiendo la zozobra de su búsqueda absolutamente independiente, acaba por acudir de nuevo a una 'mamá': a una persona o un grupo que le ofrezca alguna pista siquiera que en su búsqueda lo oriente.

Y, con ello, volvemos a lo mismo: No sino con otros el ser humano resuelve sus problemas, responde a sus preguntas..; lo que no significa que renuncie a resolverlos o responder a ellas por sí mismo, como consciente que es de que él no es sino su yo único e irrepetible, insaciable con soluciones o respuestas no surgidas de sí mismo y elaboradas por él mismo.

En resumen: Aun este primer intento germinal de alguna Teología desemboca en el planteo fundamental de todas ellas: La Teología sólo la hace quien la necesita, la hace necesariamente por sí y para sí mismo, pero a la vez no la hace sino en comunidad y desde una mentalidad más o menos compartida.

Labels:



Comentarios: Post a Comment

<< Home
las ediciones anteriores están en el
ARCHIVO DE FX-SI
EN ESTA EDICION:




EN ARCHIVO:




TE RECOMIENDO: